martes, 10 de marzo de 2009

Migrando mi equipo principal del portátil a un sobremesa: 1 motivación

La semana pasada tomé la decisión de darle un merecido descanso a "susa" mi portátil (un Asus A6k, procesador Turion 64 1,6Mhz, 2GB de RAM) y volver a hacer entrar en juego a "mago", mi prejubilado PC de sobremesa (Pentium IV 2,8Ghz HT, con 1GB de RAM).


Por supuesto, sopesé diversos puntos positivos (+) y negativos (-) de la migración:

+ Procesador: El del sobremesa es claramente mejor e incluso se calienta menos.

+ Pantalla: Vuelve a ganar el sobremesa (19" contra 15,4"; ambas en formato panorámico); además la pantalla del portátil no iba muy bien.

+ Espacio: A pesar de la mayor pantalla, el portátil ocupa más en mi mesa de trabajo.

+ Almacenamiento: Aunque casi todos mis datos están en discos externos o en el servidor, el sobremesa gana 120 GB (en dos discos) por 80 GB del portátil (además los discos del primero son más rápidos y la placa base me permite añadirle más discos).

+ Sonido: La tarjeta del sobremesa es mejor, cosa que potencio unos nuevos altavoces que le dan otra dimensión.

+ Grabadora de DVD: Ambos equipos graban pero echaba de menos la calidad de la grabadora NEC del sobremesa (apenas grababa DVDs con el portátil).

+ Teclado: Manejar el teclado de un portátil siempre es más incómodo.

+ Escalabilidad: Esta es la gran ventaja del sobremesa, que nos permite ir ampliando el equipo con lo que alargamos considerablemente la vida útil del mismo.

+ Otros: el sobremesa cuenta con disquetera (de dudosa utilidad en la actualidad) y además nos permite compartir el teclado y el monitor con el servidor a través de un KVM.


= Tarjeta gráfica: Ambos equipos cuentan con tarjeta gráfica con aceleración 3D. En cualquier caso no noto diferencias.

- RAM: El portátil dobla en memoria al sobremesa, pero tengo comprobado que no llego a tantos requerimientos como para superar 1 GB de RAM (además el portátil de mi chica ha agradecido los 2GB que ha "heredado").

- Lector de tarjetas SD: Echaré de menos el lector integrado del portátil (mi cámara de fotos, mi reproductor de Mp3 y vídeo, y mi lector de tinta electrónica usan tarjetas SD). Aún así tengo un lector USB de tarjetas SD que cubre perfectamente esta carencia.

- Consumo eléctrico: Lógicamente el sobremesa consume más, aunque al no tenerlo tanto tiempo en uso como antes este punto no es tan crítico.

- Ruido: Inevitablemente el sobremesa cuenta con más ventiladores lo que causa un mayor ruido que en mi caso, aunque es perceptible, no es excesivamente molesto.


El resultado del "duelo" es claramente favorable al sobremesa, así que la decisión no fue difícil de tomar. Mañana os contaré cómo fue el proceso de migración.

No hay comentarios: